Autor: Dr. Agustín Garcia Banderas
Introducción
El propósito del presente artículo es el de exponer los fundamentos de algunas de las tendencias bioéticas más conocidas y más importantes, que se estudian y se aplican en varios centros del mundo.
Si consideramos a la bioética como una ética aplicada a los problemas que enfrenta la medicina actual frente a los avances vertiginosos de la tecnología, a la deshumanización del arte medico, al desencantamiento del mundo por la consagración de la ciencia como respuesta a todos los problemas del ser humano, dentro de un positivismo caduco, abramos de convenir, que la ética médica vigente en la primera mitad del siglo XX es in suficiente para enfrentar lo9s dilemas modernos de la posmodernidad.
A lo anterior debe añadiré la explotación inmisericorde de los recursos del planeta por parte de compañía transnacionales que talan bosques, destruyen los recursos naturales, contaminan el aire, llenan de basura los océanos y la amenaza que implica una industria farmacéutica que invade el mercado con una serie de medicamentos útiles o inútiles, y se inventan nuevas enfermedades con propagandas exageradas, que aumenta el consumo por parte del público y su formulación por parte de los profesionales de la salud: esto se conoce como la “medicalización de la sociedad”.
Todo lo anterior justifica la aparición de movimientos protobioéticos en varios lugares: Europa y Estados Unidos especialmente, que propugnan una nueva forma de hacer ética distinta de la clásica deontología y de la medicina legal que han demostrado su insuficiencia e ineficiencia para enfrentar los dilemas de la humanidad de la segunda mitad del siglo XX y el inicio del tercer milenio.
Personalmente me adhiero a la opinión de los que dicen que la bioética es una nueva forma de ética caracterizada por la interdisciplinariedad, pluralismo y la importancia que otorga a la opinión de la comunidad (paciente, familia, sociedad, medios de comunicación colectiva, redes sociales). Hoy por hoy el ejercicio de la medicina y de las ciencias de la vida no es solo privilegio de los que nos dedicamos a ella, sino que nos incumbe y es examinada por toda la sociedad. La relación medico paciente tradicional paternalista tiende a ser horizontal o deliberativa; en definitiva se ha cumplido la sentencia de Toulmin “de cómo la medicina salvo la vida de la ética” y la admonición de Aranguren: “la ética debe bajar de los estantes de la biblioteca a las calles y plazas”.
El siglo XX en su primera mitad se caracterizo por el desarrollo de la física y que culmino con la fisión del átomo y su uso perverso en Hiroshima Nagasaki; en tanto que la segunda mitad se caracterizó por los avances increíbles de la medicina que con el nombre de investigación realizó experimentos en seres humanos que pisotearon la dignidad de los mismos ,convirtiéndoles en objeto; estos hechos se explican por una supuesta neutralidad de la ciencia, es decir por una ausencia total de valores humanos y la exaltación de una ciencia que se creía omnipotente y se colocó más allá del bien y del mal. Lo dicho anteriormente justifica la frase conocida: “la física perdió su inocencia en Hiroshima así como la medicina perdió su inocencia Aushwitz”
La bioética surge como una verdadera revolución del quehacer ético tal como había funcionado en la ética clásica y según Pessina debe colocarse como “la conciencia crítica de la civilización tecnológica” (Aramini. M, 2007).
Lo anterior no significa que deba o pueda desconectarse de las doctrinas anteriores que en occidente se remontan a la Grecia clásica, con la ética naturalista que estaba impresa en la conciencia de la humanidad, orientando su actitud hacia el bien. La trilogía magna de la filosofía ateniense (Sócrates, Platón, Aristóteles), trajo la preocupación de los presocráticos por el mundo exterior hacia el interior del espíritu humano.
Sócrates pensaba que los que obran mal lo hacen por desconocimiento del bien y por lo tanto había que instruirles sobre la naturaleza del bien, Platón el discípulo más importante de Sócrates sostenía la teoría de las ideas eternas que los hombres conocían en encarnaciones anteriores y Aristóteles en su obra “Ética a Nicómaco” Y la ética Eudema proclama las virtudes éticas y dianoéticas como la base del comportamiento moral.
La importancia de estos filósofos en los pensadores de los siglos subsiguientes ha sido y seguirá siendo enorme. Es de sobre conocido que el cristianismo adoptó las doctrinas platónicas a través de San Agustín y que en la alta Edad media Tomás de Aquino “cristianizó a Aristóteles” si cabe el término; este influjo unido a las doctrinas estoicas forman el núcleo central de la ética cristiana, la misma que se asentó en Europa luego de la oficialización de esta religión por Constantino el Grande; a esto hay que agregar la fusión de los poderes religioso y político encarnados en Carlo Magno y sus sucesores, lo que determinó la existencia de un código moral único con fundamento en la religión cristiana, que prevaleció durante el Medioevo, esto se conoce como la ética teónoma o teocentrismo.
En el Renacimiento, con el retorno al pensamiento de las antiguas culturas (Helénica y romana”, el código único del medieval, inicia un retroceso, por otra parte la Reforma protestante cuestiona los dogmas del catolicismo, Copérnico y Galileo decretan el fin del geocentrismo con sus descubrimientos sobre el sistema solar. Con la suma de estos de estos acontecimientos la ética geocéntrica se convierte en antropocéntrica; pero el punto de inflexión lo marcó KANT con sus imperativos categóricos y su célebre frase “SAPERE AUDE” (atrévete a pensar por ti mismo), de esta forma la ética heterónoma, se vuelve autónoma.
Así llegamos al siglo XX en el cual el positivismo y el mecanicismo predominan en la mente humana y el imperativo tecnológico “hay que hacer todo lo técnicamente posible” llevan a la tiranía de la ciencia y de la técnica, especialmente esta ultima; ahora vivimos la época del tecno centrismo y hasta de la tecnolatría, para el que no se avizora un final por el momento. La reacción a este fenómeno es la bioética que exalta los valores morales, la dignidad humana, proclama el pluralismo ideológico y la tolerancia a las costumbres extrañas. Esta disciplina debe presidir la conducta de la humanidad en una época en la que se ha abolido la unidad de la ética por los procesos migratorios a escala mundial. En un mundo carente de sentido por la crisis de los valores morales, la ética clásica se muestra insuficiente y la bioética ha asumido el papel de brújula de la humanidad para orientarla a un futuro mejor.
CONCEPTO O DEFINICIÓN DE BIOÉTICA
Hay varias definiciones de acuerdo a las diferentes tendencias;
Voy hacer constar las siguientes, que en mi criterio dan una idea clara de la dimensión y alcance de esta pluriintertransdisciplina:
Bioética es un término compuesto , derivado de las palabras bios (vida) y ethos (ETICA), puede ser definida como el estudio sistemático de las dimensiones morales, las decisiones, las conductas y las políticas de las ciencias de la vida y el cuidado de la salud usando las diferentes metodologías en un marco interdisciplinario” (Warren Reinch, Enciclopedia de la ética segunda edición)
El convenio internacional de Erice (1991) define con claridad la competencia de la bioética en los diferentes ámbitos, de los problemas éticos de la salud. Los problemas éticos que surgen de la investigación en seres humanos, aunque no sean directamente terapéuticos. Los problemas sociales conectados a los problemas de salud, planificación familiar y control demográfico.
Los problemas relativos a la intervención en la vida a otros seres vivientes (plantas, animales) y en general a todo lo que se refiere al equilibrio del ecosistema.
En mi concepto lo anterior constituye un concepto epistemológico de la bioética en la clínica, investigación, aspecto social y dimensión ecológica y ambiental.
Ellio Sgrecchia articula la materia de la bioética en tres momentos distintos:
bioética general, especial y clínica. La bioética general se ocupa de los fundamentos éticos, es el discurso sobre valores y los principios originarios de la ética médica y sobre las fuentes fundamentales de la bioética (Derecho Internacional, Deontología, Legislación). En la práctica una verdadera y propia filosofía moral en su parte fundamental e institucional. (Este es el tema central del presente artículo.)
La Bioética especial: analiza los grandes problemas afrontados bajo el perfil general sobre el terreno médico y biológico: ingeniería genética, aborto, experimentación clínica, etc. Estas temáticas son las columnas que sirven de soporte a la Bioética sistemática y deben ser resueltas de acuerdo a los modelos y fundamentos del sistema ético; por lo tanto deben conectarse son las conclusiones de la Bioética general.
La Bioética clínica o decisional, que examina en la práctica lo concreto del caso clínico, cuales son los valores en juego y cuales son la vías correctas se trata pues de encontrar una línea de conducta; tampoco se puede separar de la bioética general aunque los casos concretos tienen múltiples aspectos a evaluar. (Aramini M, 2007)
CARACTERISTICAS DE LA BIOÉTICA
De acuerdo a Miguel Angel Sanchez (historia, teoría y método de la medicina. Introducción al pensamiento médico 2003). Las características que permiten reconocer a la bioética y diferenciarla de otras perspectivas moralizadoras son:
1. Civil o laica, independiente de las religiones aunque capaz de incorporarlas y tomarlas en cuenta.
2. Pluralista reconoce el pluralismo como un valor que debe respetarse y promoverse.
3. Racional es una disciplina filosófica y argumentativa.
4. Aplicada, enfocada a los problemas médicos y biológicos.
5. Intermediadora: No tiene como objetivos específicos la denuncia sistemática ni la defensa a ultranza de la medicina, los bioeticisistas se presentan como intermediadores en los conflictos.
6. Reguladora y procedimental: insiste en los procedimientos de resolución de conflictos (métodos, toma de decisiones, protocolo, directrices, comités) y no está precisamente interesada en hacer declaraciones sustantivas del bien y del mal.
TEORÍAS DE REFERENCIA PARA LA FUNDAMENTACIÓN
A lo largo de la historia de la ética han existido varias teorías que sirven de referencia a la fundamentación de las corrientes que analizaré posteriormente:
Las principales son:
Ley natural: es la ley divina inscrita en el corazón del hombre, suele definirse como la “recta ley de la razón” por la que se conoce lo que debe hacer y evitarse.
Proviene de los estoicos quienes hablaron de una ley ínsita en la naturaleza humana caracterizada por la racionalidad. Natural es conforme a la razón y anti natural lo que lo contradice. Cicerón escribió: “la ley verdadera es la recta razón de conformidad con la naturaleza” tiene una aplicación universal, inmutable y perenne, mediante sus mandamientos nos insta a obrar debidamente y mediante sus prohibiciones nos evita obrar mal. (Blasquez Carmona, colaboradores 1999).
La teoría KANTIANA del deber por el deber, constante especialmente en la “Critica de la razón práctica” y la “Metafísica de las costumbres” donde se encuentran la formulación de los imperativos categóricos. (Ferrater Mora, J Diccionario de filosofía, 2000):
· Obra de tal manera que tu conducta pueda convertirse en ley universal
· Los hombres son fines en sí mismos solo y no deben ser tratado como medios.
· En el reino de los fines todo tiene un precio y una dignidad, las cosas tienen precio y el ser humano dignidad.
Esta doctrina deontológica obligatoria o formal ha influido en los pensadores de la Europa continental.
La otra teoría el utilitarismo J Bentham, y Stuart Mill representantes de la mentalidad anglosajona y tiene como máxima: “hay que buscar el mayor bienestar del mayor número de personas”, este pensamiento conocido como ética teleológica o consecuencialista, pone más énfasis en la consecuencia de los actos morales, que en principios universales y abstractos. Se ha desarrollado más en Inglaterra y Estados Unidos ya que es más afín a la mentalidad protestante que destaca la autonomía y la beneficencia. Entre los bioeticistas más conocidos que siguen esta línea destacan T. y P. Singer; ambos exhiben posiciones controvertidas y radicales a las que me referiré posteriormente.
HITOS HISTÓRICOS DE LA BIOÉTICA
Además de los cambios de la mentalidad de la sociedad del siglo XX y la toma de conciencia de sus derechos por parte de los pacientes hay que resaltar algunos acontecimientos y documentos que se consideran verdaderos hitos en el campo de la bioética (García A y Estévez E. BIOETICA CLINICA 2002).
La Declaración universal de Derechos humanos de las Naciones Unidas (1948):
· El código de Nüremberg (1946): consagra los derechos humanos de los seres en experimentación. Tiene como antecedentes los crímenes de los nazis en los campos de concentración.
· El Club de Roma en 1978 publicó el informe “Los límites del crecimiento” en el que llama la atención de un posible cataclismo en el presente siglo por un agotamiento de los recursos básicos para la subsistencia de la humanidad.
· En Norteamérica el informe BEECHER (1966), que recogía 20 artículos científicos objetables desde el punto de vista ético, entre los cuales cabe destacar:
· El experimento de TUSKEEGUE (Alabama 1932 a 1972, Observación de la evolución natural de la sífilis), el caso BABY DOE que cuestionó el concepto de la patria potestad en seres vulnerables (niños Down).
· El experimento WILLOW BROOK: efectuado a niños Down institucionalizados en dicho centro con el objeto de investigar una vacuna para la hepatitis se los efectúa entre 1950 a 1970 investigador SAUL KRUGMAN Y COLABORADORES.-
· La Carta de los derechos de los enfermos de los hospitales privados de Norteamérica (1972) consagra los derechos fundamentales de los pacientes: a la vida, a la asistencia sanitaria a la información veraz y a la muerte digna.,
· Otros casos que concitaron la atención mundial fueron el caso KAREN Quinlan (1975) quien permaneció en estado vegetativo persistente. la Corte suprema de New Jersey en su veredicto consagró el derecho a morir en paz y con dignidad. Este dictamen se considera precursor de las ordenes de no resucitar y las directivas anticipadas
· El primer trasplante de corazón practicado por Cristian Barnard cambió el criterio de muerte cardiorespiratoria al de muerte cerebral.
· En 1978 nació Louise Brown la primera bebe probeta iniciando los dilemas éticos sobre reproducción asistida.
· Estos hechos determinaron la creación de la Comisión presidencial para estudiar las investigaciones en seres humanos especialmente en grupos vulnerables; el trabajo se plasmó el informe Belmont de gran importancia en el desarrollo de la bioética.
· Otro hito relevante es la Declaración de Helsinki que norma la investigación en seres humanos cuya primera versión data de 1964 que ha sufrido varias modificaciones que perjudican el espíritu de la declaración original, la última en Fortaleza (2013).
BIOÉTICA HOLÍSTICA O GLOBAL.
El nacimiento de la bioética se lo ubica el 1970 cuando V. R. POTTER, oncólogo e investigador norteamericano acuñó el neologismo; en forma casi simultánea Helleger en Georgetown también bautizó con ese nombre el trabajo que realizaba en el Instituto Joseph & Rose Kennedy; en el transcurso del tiempo el modelo principialista adoptado por este Instituto se ha extendido por varios países a despecho de la visión holística de Potter.
La bioética significa el estudio de los valores humanos y la acción según estándares morales. Cuando hablamos de vida nos referimos a todo tipo de organismo vale decir todo lo que constituye la biosfera. Por eso se conoce como holística o global propuesta por Potter, ya que se preocupa del reino animal y vegetal y proclama la protección de la naturaleza y medio ambiente de la depredación perversa por parte del hombre, en mi concepto este es el derrotero que debe tomarse en presente siglo.
A continuación transcribo unos fragmentos de Potter en el artículo “Bioética ciencia de la supervivencia” en el libro ¿Qué es la bioética?” de Alfonso Llano Escobar: “tenemos una gran necesidad de una ética de la tierra, de una ética de la vida salvaje, de una ética de la población, de una ética del consumo. De una ética urbana, de una ética internacional, de una ética geriátrica, etc. Todos estos problemas requieren acciones que estén basadas sobre valores y hechos biológicos. Todos ellos involucran a la Bioética, y la supervivencia de todo el ecosistema es la prueba de un buen sistema de valores. Bajo esta perspectiva, la frase “supervivencia del más apto” es simplista y parroquial”.
La humanidad tiene la necesidad urgente de una nueva sabiduría que provea el “conocimiento de cómo usar el conocimiento”. Para la supervivencia de del hombre y para el mejoramiento de la calidad de vida. Este concepto de la sabiduría como una guía para la acción entre – el conocimiento de cómo usar este conocimiento para un bien social – podría ser llamada la ciencia de la supervivencia; y seguramente el prerrequisito para el mejoramiento de la calidad de vida, yo soy de la opinión que la ciencia de la supervivencia debe ser construida sobre la ciencia de la biología ampliada mas allá de sus fronteras tradicionales con énfasis en su sentido estricto con amor a la sabiduría.
Una ciencia de la supervivencia deber ser más que una ciencia sola, para lograr la nueva sabiduría que tan desesperadamente necesitamos: conocimientos bilógicos y valores humanos”
En estos párrafos el llamado “Padre de la bioética” expone con claridad meridiana los abordajes de los fundamentos metodológicos.
FUNDAMENTACIÓN PERSONALISTA
Esta tendencia enfatiza que la ética debe basarse en la en la ley natural, la misma que como dijimos anteriormente está inscrita en la naturaleza humana. Polayno Lorente (Manual de bioética general cuarta edición, 2000) y afirma que hay vinculación entre la ley moral y la naturaleza humana; según Santo Tomás la ley natural es la participación de la ley eterna en la naturaleza racional.
El personalismo es una filosofía que admite y considera los valores fundamentales en la realidad metafísica de la persona.
Según Sgrecchia, uno de los principales exponentes de esta tendencia, la luz natural de la razón practica puede alcanzar sin evidencia inmediata algunos conocimientos: los principios y virtudes considerados en sus con tenidos más generales. Además, llega discusivamente, a través de la reflexión moral a conocer otras verdades que tienen conexión con los primeros principios y virtudes (Manual de bioética, Ed. Vita e pensiero, 1999).
El personalismo se caracteriza por su propuesta antropológica que considera la unitotalidad de espíritu y cuerpo que hace de él un valor de sujeto no de objeto. La vida humana en su integridad expresa la persona y participa la dignidad de la persona que es sujeto de derechos, no objeto para nadie.
Los principios de la bioética personalista son los siguientes
a) Defensa de la vida física que es el valor fundamental (principio de no disponibilidad) por medio del cual la persona se realiza dentro del tiempo y espacio. Solo el bien espiritual y total de la persona se coloca sobre el valor fundamental de la vida física (principio de la inviolabilidad). Junto con la vida está también tutelada la salud del ser humano.
b) Principio terapéutico o de totalidad. Los actos médicos sobre el cuerpo del hombre aun aquellos que conciernen al patrimonio genético, solo son permisibles a la condición de que una sola parte de su cuerpo pueda salvaguardar toda (la vida). El acto médico debe ser un medio para derrotar a la enfermedad con posibilidades elevadas de éxito y contar con el consentimiento explícito del paciente.
c) Principio de libertad y responsabilidad: el personalismo lo concibe como elección y actuación como un proyecto de vida. En este sentido la libertad es la determinación del hombre; en la cual el ser humano es verdaderamente tal si se concibe que la persona humana está abierta a la sociedad.
d) Principio de sociabilidad: compromete a todo hombre a la construcción del bien común de la humanidad esto conlleva aunque se concuerde la vida y la salud como bien personal y social
e) Principio de subsidiariedad: todo hombre es responsable de su propia salud y es deber salvaguardarla. Cuando la persona no esté en la capacidad por velar por la tutela de su vida la sociedad debe asegurar esto objetivos esenciales.
Comentario: en mi concepto la bioética personalista, de inspiración vaticana considera la percepción metafísica de la persona. Es tributaria de la ley natural Estimo que se inclina por la ética del deber o deontológica característica de la teoría de Kant , con la diferencia de que es heterónoma .Al fundamentarse en la dignidad y otros valores fundamentales puede darse convergencia con los derechos humanos, hay que hacer notar que los principios de la bioética personalista tienden a un enfoque de los problemas médicos relacionados con la salud y la vida sin referirse a la defensa de la naturaleza y del medio ambiente.
FUNDAMENTACIÓN EN LA VIRTUD
La ética de la virtud tiene una antigua raigambre aristotélica. En la “Ética a Nicómaco” distingue dos tipos de virtudes: las éticas que se adquieren ejecutando hábitos buenos; se define a la virtud como el hábito de hacer el bien, ARETE. Las otras virtual son las dianoéticas o intelectuales que obran sobre la razón en tanto que las morales obran en las pasiones, en la dianoética la más importante es la prudencia que es un punto de equilibrio donde se encuentra el bien, esto se conoce como el justo medio propio de la filosofía griega (Historia de la ética). Victoria Camps, 2002.
Este pensamiento aristotélico fue tomado por Tomás de Aquino como base la doctrina cristiana.
Contemporáneo de Aristóteles fue Hipócrates,”el padre de la medicina” a él se atribuye el “Juramento hipocrático”, habiendo consagrado en este documento la concepción deontológica de la medicina en ese tiempo, los estudiosos sostienen que tiene su origen en la familia de los Asclepiades a la que pertenecía Hipócrates, Edelstein apoyó el origen pitagórico ya que este filósofo y sus discípulos proclamaban el ejercicio de la virtud. (GARCIA, A, Juramento hipocrático, 2005).
A lo largo de la historia y en especial en siglo XX se ha cuestionado la actitud de los médicos hipocráticos y sus discípulos romanos, esto es verdad y hay que tomar en cuenta que en el siglo pasado hubo una toma de conciencia por parte de los pacientes de sus derechos y por parte de los médicos de la obligación de que la relación médico paciente sea deliberativa.
En el siglo XX los principales exponente de la ética de la virtud, son: J Drane, Edmond Pellegrino y D. Thomasma. La pregunta central de la ética de la virtud es la siguiente: ¿Qué tipo de persona debería ser? ¿Cómo me debería comportar para obrar bien y ser bueno?
E. Pellegrino y D Thomasma sostienen que el concepto de libertad es ineludible por cuanto la eficacia y actuación de los principios de pende del carácter de los que obran, sin personas virtuosas el concepto de la ética no puede tener éxito.
La profesión médica presenta algunas características peculiares según los autores en lo concerniente a la relación médico paciente
(“Por el bien de los paciente “1992) estas son:
a) El estado de vulnerabilidad, ansiedad, dependencia del paciente,
b) La desigualdad de las competencias.
c) La confianza que genera el médico en el paciente
d) El hecho de ser propietario exclusivo del conocimiento medico
En el estudio se enfatiza en el bien del paciente y la benevolencia sobre la autonomía o autodeterminación. Sobre el punto de vista de la moralidad, la beneficencia es la disposición del carácter y constituye el fundamente ético del que derivan las otras virtudes y principios de la ética en general
Estos conceptos me recuerdan (Don Gregorio Marañón, “Vocación y ética” 1966), que dice que la ética profesional es como una flor que brota espontáneamente de la verdadera vocación, cuando el maestro descubre la verdadera vocación y la conforta en el terreno de la vocación demostrada siembra vocación está haciendo no solo un buen médico sino un medico bueno de profunda vocación profesional.
James Drane (“Como ser un buen médico”1998) centra su preocupación a lo largo de la obra citada en el carácter, virtudes y ejercicio de los médicos. Inicia la disertación de la relación medico paciente y basado en el carácter y la virtud; de ella distingue las siguientes dimensiones:
· Dimensión médica en el diagnóstico y terapéutica, en la cual debe haber una relación personal condensada en la frase “el médico mismo es la primera medicina que se prueba”. La restauración de la salud a través de estos actos está influida mediante actos de benevolencia.
· Dimensión espiritual. Se ejerce a través del lenguaje verbal y gestual se atribuye la relación medico paciente
· Dimensión volitiva esta se basa en el respeto mutuo entre el médico paciente
· Dimensión afectiva: se debe considerar al paciente por parte de los que están encargados de su cuidado.
· Dimensión social: desde Aristóteles sabemos que el hombre es un Zoon Politicon” vale decir que se realiza en la sociedad, la enfermedad reconoce causas sociales y la atención y tratamiento son desiguales entre los ricos que pagan y los pobres que no pueden hacerlo y reciben una atención por caridad. La respuesta de los médicos debe ser la virtud de la justicia
· Dimensión religiosa: los humanos somos religiosos por naturaleza y creemos en algo que trasciende la superficie cotidiana. La enfermedad grave o crónica es una fractura en la vida de la persona que toma conciencia de su vulnerabilidad y finitud.
El médico debe conocer comprender ayudar los enfermos que se encuentran en este trance.
Comentario: la ética de la virtud data de la antigüedad y tiene como referente a la ley natural, que es la facultad para distinguir lo bueno de lo malo; todos nacemos con un temperamento PÁTHOS, el mismo que debe ser moldeado por la educación para adquirir el ETHOS (carácter). La unión de temperamento y carácter forma la personalidad de cada individuo y la manera de comportarse en la sociedad.
Personalmente estimo que el hábito de hacer el bien es lo que se conoce como virtud y debe ser fomentado en todas las personas para alcanzar la excelencia. En el caso del personal de la salud es de importancia la estructura psicológica y moral del médico que, debe ser identificado como el núcleo central de la verdadera vocación, y en la atención en los pacientes considero primordial ejercer las virtudes enumeradas para una buena relación médico paciente. Aparte de lo que digan doctrinas pragmáticas, lo que debe rescatarse es el trato humanizado y la “cumpasio” (padecer con) y la empatía en el trato que se da a los pacientes. En todo caso como dice Pellegrino para fundamentar un método además de las virtudes necesitan principios universales.
T. Engelhardt (“Fundamentos de la bioética segunda edición. Editorial PAIDOS 1995)
(Individualismo post moderno)
Este bioeticista ha escrito un libro “Los fundamentos de la bioética”, en el cual desarrolla tesis de utilitarismo y autonomismo exacerbados, propios de la mentalidad anglosajona.
Procuraré en pocas líneas exponer su pensamiento:
Parte del hecho que vivimos en una sociedad pluralista la cual es un mosaico de etnias tradiciones, religiones, lenguaje, que identifican a las diversas comunidades: aquellas que comparten este conjunto de valores se denominan “amigos morales” y los .que difieren en parte o en la totalidad de estas costumbres son llamados por el autor “extraños morales”.
Según Engelhardt la sociedad pluralista de la posmodernidad debe llevar una coexistencia pacífica o tolerancia; para ello postula los siguientes principios:
1. El principio del permiso: “la autoridad de las acciones que implican a otros en una sociedad pluralista y secular tiene su origen en el permiso de estos, como consecuencia sin este consentimiento o permiso no existe autoridad”. Máxima “no hagas a otros lo que ellos no se harían a sí mismos, y haz por ellos lo que te has comprometido a hacer”. El principio del permiso sirve de fundamento a lo que se puede calificar de moral de autonomía entendida como respeto mutuo
2. El principio de beneficencia: la meta de la acción moral es lograr beneficios y evitar perjuicios en una sociedad pluralista y secular resulta imposible establecer ninguna explicación ni clasificación de los perjuicios y beneficios como canónica.
Por una parte no existe algún principio general de beneficencia dotado de contenido al que se pueda apelar y adquiere contenido cuando se modela una comunidad por una visión común de clasificación adecuada de los beneficios o perjuicios.
La motivación para obedecer el principio está ligada al interés por actuar de un modo justificable para las personas caritativas en general y que no justifica que nadie sea caracterizado como individuo poco solidario que merezca la exclusión de los actos propios de la comunidad.
De lo anterior se deduce que para Engelhardt el principio fundamental y casi único es el principio de autonomía, quedando el de beneficencia subordinado al anterior y queda convertido en deber “prima facie” que puede o no ser cumplido; la justicia no aparece en el capítulo dedicado a los principios. Empero en el capítulo noveno que se refiere a la justicia sanitaria encontramos los siguientes enunciados: (pp: 404 ss). “un sistema de asistencia sanitaria que reconoce las limitaciones sanitarias y morales a la hora de proporcionar dicha asistencia debe:
Aprobar la desigualdad en el acceso a la sanidad como un hecho moralmente inevitable que se basa en la existencia de recursos privados y de la libertad humana.
Respaldar el hecho de que poner precio al salvamento de vidas humanas forma parte de la creación con fondos públicos de un sistema efectivo con respecto a los costos.
Posteriormente expresa la tesis de “la lotería natural y lotería social”; la primera se identifica con los cambios de fortuna que resultan de fuerzas naturales y no directamente de la acción de las personas; la lotería social es aquella en la que los cambios de fortuna son consecuencia de la acción de las personas. Por ejemplo unos nacen saludables y continúan siéndolo toda la vida libre de enfermedades, otros nacen con graves enfermedades congénitas o contraen tempranamente enfermedades invalidantes y necesitan asistencia sanitaria como los casos de leucemia, corea de Huntington o esclerosis lateral amiotrófica. Estos trágicos casos son productos de la naturaleza y nadie puede cargar con la responsabilidad de darles asistencia; ya que no hay obligación moral clara y manifiesta de ayudar a los necesitados.
Consecuente con lo expuesto dice: (op site, p 170) “existe una acepción de persona, agente moral y es lo que nosotros hemos denominado ser una persona”(p1), que contrasta con una acepción de persona a la cual se le otorga todos los derechos de persona como son los niños (p2). Se asigna un sentido social de persona a individuos que una vez fueron personas y que ya no lo son, y que son capaces de realizar una interacción mínima con los otros (p3). También asignamos un sentido social de persona a aquellos que nunca han sido ni serán personas en el sentido estricto (p4) como es el caso de los retrasados mentales profundos y dementes y ciertos de seres humanos que sufren de lesiones graves o permanentes.
Para ese autor, cuando se acumula fortuna o se la recibe legalmente no hay justicia ni injusticia laguna sino buena o mala suerte.
Así podría citar otras tantas perlas cultivadas, pero creo que bastan las anteriores para darse cuenta a donde puede llevar un individualismo y egoísmo elevado a dimensiones superlativas.
Comentario:
En mi concepto Engelhardt es el paradigma de un dualismo filosófico que tiene su antecesor en Descartes, con la acepción de “res cogitans” y “res extensa”. Las únicas personas que para este autor existen son los seres conscientes libres y autónomos a los que concede derechos de persona y todos los otros son entes biológicos sin derechos.
De aceptarse estas tesis estarían justificadas la eliminación de embriones, todas las técnicas de FIVET (principio del permiso) la eutanasia, aborto, infanticidio, manipulación genética, la eliminación de deficientes mentales (recordemos al nacismo).
Este tipo de ética está en franca contradicción con la Declaración universal de derechos humanos, con la ética de la virtud, el personalismo y hasta el mismo principialismo.
El animalista Peter Singer sigue la misma línea pero da un paso más allá cuando afirma:
“No hay razón para matar chimpansés antes que a niños anencefálicos Según este controversial autor sería más razonable matar a niños para hacer frente a los problemas ecológicos producidos por la superpoblación humana. Además propicia realizar experimentos en anencefálicos huérfanos. Tal uso sería recomendable al de monos, perros, gatos y ratas que son más inteligentes y sufren más. (Manual de Bioética. Gloria María Tomas Garrido, 2008).
METODO PRINCIPIALISTA
PRINCIPIALISMO.
Este método ha adquirido un gran difusión a nivel planetario hasta el punto que las personas han oído hablar del neologismo, al escuchar la palabra bioética aluden a los cuatros principios constantes en el libro de Beauchamp y Childress (“Principios de ética Biomédica 1979).
Beauchamp es un filósofo utilitarista fuerte y Childress deontoligista débil. Entre los dos escribieron la obra enunciada, en la cual la tendencia pragmática y utilitarista de la bioética se impuso. El precursor de esta teoría es David Ross con su doctrina de los deberes “prima facie” vale decir deberes en principio, como la ayuda a los demás, cumplimiento de lo prometido, no defraudar la confianza, etc. Nuestro deber es prima facie porque se trata de cumplir una promesa pero no podemos saber de antemano cual es el más importante en una situación concreta (E. Blasquez Carmona, 1999).
El éxito del principalísimo o principismo como lo llaman algunos es la flexibilidad para su aplicación; en realidad la bioética norteamericana hace girar todas las cuestiones de valor alrededor de la autonomía, beneficencia y no maleficencia y justicia (Diego Gracia, “Fundamentación y enseñanza de la Bioética, 1999”); de una manera semejante a la biología molecular que codifica toda la información de la herencia entorno a cuatro letras que representan los aminoácidos adenina, guanina , tiamina y citosina.
Al considerarlos prima facie o sea del mismo nivel, significa que ninguno de ellos es un valor absoluto y que no obliga siempre, sino de acuerdo a la situación y en caso de conflicto puede ceder ante otro que resulta vinculante. De este modo todos pueden tener excepciones y pueden quedar suspenso. En mi concepto esto conduce a un relativismo ético.
Según D. Gracia (op site, p 92), Beauchamp y Childress interpretaron la expresión deberes prima facie como deberes del mismo nivel y por eso escribieron: “frente a Ross nosotros no asignamos rasgos de prioridad o rango jerárquico a nuestros principios”
Principio de autonomía.- se lo ha definido como la autodeterminación; la capacidad de actuar con conocimiento de causa y sin coacción externa. Se fundamenta en el libre albedrío que es una cualidad exclusiva de la especie humana. El fundamento filosófico de este principio se encuentra en el pensamiento de Kant y en los imperativos categóricos enunciados en el acápite correspondiente.
El principio de autonomía es el fundamento del consentimiento informado que tiene gran importancia en la praxis médica actual.
Principio de beneficencia: este principio consta en el Juramento hipocrático en el enunciado: “estableceré el régimen de los enfermos de manera que sea más provechoso” y “en cualquier casa que entre no llevaré otro objeto que el bien de los enfermos, según mi recto saber del daño le preservaré”. La Declaración de Ginebra actualiza y condensa este concepto en el texto que dice: “La salud de mi paciente será mi primera preocupación”
Beauchamp y Childress dicen que el principio de beneficencia establece la obligación de que un individuo X haga bien a Y si se dan las siguientes condiciones: Y está amenazado de padecer una pérdida o daño importante. La acción de X es necesaria para evitarlo. Esta acción no implicará un daño significativo para X, los beneficios que recibirá Y superan los daños que puede recibir X.
Principio de no maleficencia: este se remonta a la más antigua tradición médica y está contenido en el Juramento hipocrático y ha pasado a la posteridad en su versión latina “primum non nocere”. En el juramento hipocrático se consagra en el siguiente párrafo: “no daré a nadie aunque lo pida ningún fármaco letal y ni hare semejante sugerencia”. Tampoco proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo. En pureza y santidad mantendré mi vida y mi arte”.
Principio de justicia: hace muchos siglos el jurista Ulpiano lo definió como dar a cada uno su derecho, en este punto surge la pregunta cuál es el derecho de cada persona y como tratar de llevar a la práctica este principio específicamente en el campo médico, en el que se lo ha definido: “casos iguales requieren tratamiento iguales”.
Gracia Guillen se formula las siguientes preguntas sobre los principios prima facie:
¿Son absolutos o relativos?
¿Son teleológicos o deontológicos?
Luego de un análisis filosófico extenso y erudito llega al siguiente balance provisional: “tras lo dicho parece necesario concluir que en ética hay algo absoluto y algo relativo, lo absoluto tiene carácter formal y estructural. Mi opinión es que los análisis de Heidegger sobre la comprensión del ser y los de Zubiri sobre la impresión de la realidad son fundamentales para definir este estrato radical y originario de la moralidad humana. Ellos describen la condición ética del ser humano y por tanto fenómenos tales como la obligación, el cuidado, la vocación, etc.”
“A partir de ahí el ser humano tanto individual como social necesita ir creando su vida y proyectándola en un sistema de posibilidades. Este sistema debe justificarlo ante sí mismo y ante los demás, este fenómeno es la responsabilidad que obliga a una continua e inacabable tarea de desciframiento y de interpretación moral de la realidad”.
El mencionado profesor hace un aporte indispensable al modelo que estamos analizando que es la JERARQUIZACION DE LOS PRINCIPIOS:
Primer nivel o ética de mínimos: en este se debe incorporar los principios de no maleficencia y justicia; el primero surgido de la aplicación de la ley general de que todos somos iguales y que todos merecemos consideración y respeto a la vida personal y el de justicia concierne a la vida social.
Ambos son expresión del principio general de que todos los hombres son iguales y merecedores de la misma consideración y respeto. La sociedad los hace cumplir de una manera consagrada en el derecho civil, penal y político.
Segundo nivel o ética de máximos: aquí se deben ubicar los principios de autonomía y beneficencia, estos guían la vida privada de las personas y dependen del sistema de valores de cada uno, por eso son subjetivos a diferencia de los del nivel uno que son objetivos y obligatorios y por ello pertenecen a la ética del deber en tanto que los del nivel dos pertenecen a la ética de la virtud o de la felicidad.
Ejemplo: no se puede obligar a nadie a trabajar en lugares o situaciones que pongan en peligro su salud o su vida, en hospitales de enfermos infectocontagiosos o en sitios d conflicto bélico, el que lo hace por su propia voluntad debe ser calificado como buen samaritano.
La filosofa valenciana Adela Cortina coincide con esta jerarquización: la ética de mínimos rige la vida en sociedad y la ética de máximos pertenece a la vida privada.
El modelo principialista ha tenido gran éxito y se ha extendido como mancha de aceite en el horizonte de la bioética. Las razones del éxito debemos encontrarla en la simplicidad de los planteamientos que “prima facie” satisfacen a la mayoría y se utilizan en la práctica día a día de los comités de ética asistencial.
Otra causa del éxito, en mi concepto es el hecho de haber nacido y consolidado en los Estados Unidos potencia mundial que ha exportado el modelo a los países de su órbita de influencia entre ellos a los latinoamericanos.
La vigencia del método que se adapta con facilidad a tendencias deontológicas y utilitaristas ya tiene nueve lustros de existencia, durante los cuales ha generado reacciones contrarias a la corriente hegemónica, así se la crítica de falta de solidez ideológica.
Al entrar en conflicto los principios, resulta sencillo considerar alguna circunstancia para justificar la prioridad de uno de ellos, son por lo tanto meramente procedimentales y conducen al relativismo moral.
Al no tener una antropología y ontología que los fundamente hace a los principios estériles y vagos. No es posible hablar de beneficencia y autonomía sin especificar que significa el bien y el derecho de la persona.
Varios autores han criticado la incompatibilidad entre el utilitarismo y la deontología que coexisten en el modelo.
Clauser y Gert ponen en evidencia la carencia de una teoría unificada y sistemática de la cual deriven los principios, que los conecten entre sí de manera armoniosa e integrada: en tal carencia está el conflicto entre principios el mismo que para estos autores es insoluble. Consideran que el enfoque de los principios es un fundamente ético errado que desconoce la naturaleza de la moralidad.
En conclusión; el modelo principialista dominante, al cabo de 45 años de vigencia de ser revisado y modificado desde pensamientos alternativos que han surgido en los países periféricos.
METODO CASUISTICO
Según la historia el método casuístico se remonta a Epíteto el estoico; posteriormente en la edad media la iglesia católica y la orden de los jesuitas lo utilizaron como método inductivista. Se define como la aplicación de las reglas morales a casos concretos (Diccionario de ética y filosofía moral, 2001).
En siglo XX Albert Jonsen y Stephen Toulmin publicaron el libro “El abuso de la casuística”, el mismo que surgió como respuesta a dos hechos:
1. El aparente fracaso de los modelos deductivistas para resolver dilemas morales en el campo médico.
2. La importancia que se otorga al caso en medicina clínica; los autores consideran que una de las características fundamentales del método es la importancia que da a las circunstancias concretas de los casos reales y a las normas específicas que invocan las personas cuando confrontan dilemas éticos.
Jonsen y Toulmin afirman que el método inductivo, que parte de la analogía es superior al deductivo como forma de razonamiento moral. La idea central es que uno llega a un juicio en un caso nuevo luego despreciar en qué medida es análogo a otro que es considerado paradigmático.
El método comienza con una descripción detallada del caso en cuestión y de los valores que se debería invocar para resolverlos, luego apela a casos paradigmáticos para compararlos y llegar a la solución del caso (FLORENCIA Luna, 2008)
Se puede consideran casos paradigmáticos los de Karen Quinlan, Nancy Cruzan, Terry Schiavo, Ramón Sampedro entre otros.
Jonsen considera a la casuística como complemento del principismo o como una alternativa válida en tanto no se preocupa por analizar los orígenes y significados de los principios sino su complementariedad con las circunstancias.
El método casuístico capta la forma en que las personas razonan moralmente en la práctica y buscan el consenso el casos que hay desacuerdo en teorías éticas.
Las objeciones que se han puesto en el casuismo en el mundo actual , que se caracteriza por pluralismo cultural y distintas escalas de valores es la de precisar con que parámetros se determina cuales casos son paradigmáticos. Muy distinta era la situación en la Edad media en la que predominaba un código moral único basado en la creencia de que Dios había creado un orden natural perfecto.
En todo caso se puede considerar al casuismo como un método basado en la moralidad común y que puede utilizarse en los comités de bioética asistencial, siguiendo el método inductivo.
ÉTICA DISCURSIVA
La ética discursiva reconoce como sus autores a los filósofos de la escuela de Frankfurt, Otto Apel y Jürgen Habermas y en España su mayor exponente es la filósofa Adela Cortina.
Se basa en el hecho que el lenguaje es un símbolo o modo de comunicación, mediante el cual se forma una comunidad ideal de diálogo. Apel piensa que el desarrollo de la semiótica permite trasladar la doctrina Kantiana del conocimiento desde la conciencia al lenguaje; de esta manera se podría reformular el imperativo categórico kantiano en el siguiente: “todos los seres capaces de comunicación lingüística deben ser reconocidos como personas puesto que en todas sus acciones y expresiones son interlocutores virtuales y la justificación ilimitada del pensamiento no puede renunciar a ningún interlocutor y a ninguna de sus aportaciones virtuales en la discusión”.
Habermas propone la siguiente fórmula para el principio de la universalización de las normas: “cualquiera norma valida debe satisfacer la condición de que las consecuencias y subconsecuencias que resulten previsiblemente de su seguimiento universal para satisfacer los intereses de cada individuo, puedan ser aceptadas sin coacción por todos los afectados.”
Por su parte Adela Cortina propone lo siguiente: “que todos los miembros de la comunidad se reconozcan recíprocamente como interlocutores con los mismos derechos y que se obliguen por tanto a exponer sus propios argumentos a escuchar los ajenos y a cumplir normas básicas en la lógica de la argumentación como es la exclusión de la mentira (2013).”
Apel y Habermas coincidieron la pragmática del lenguaje, la misma que Habermas no aceptó que fuera trascendental en tanto que Apel basó la metodología en la pragmática trascendental (Acta Bioéthica de la OPS 2009).
Para tratar de explicar el significado y alcance de esta denominación hay que recordar que la teoría lingüística de los signos semióticos se divide en semántica (relaciónentre los signos y los objetos designados por aquellos), la sintaxis (estudia las relaciones de los signos entre sí) y la pragmática(relaciones entre los signos y diferentes sujetos entre ellos los usuarios e intérpretes).
Apel y Habermas tienen los siguientes puntos de acuerdo:
1. Toman como punto de partida la reflexión filosófica el lenguaje.
2. Consideran al lenguaje en su triple dimensión.
3. La dimensión pragmática según Apel se debe considerar como trascendental (irrebasable), en el sentido kantiano (condiciones de posibilidad de argumentación y no de la experiencia), en tanto que Habermas tiene una posición más débil en este aspecto.
La ética Apeliana es un intento de respuesta a dos grandes desafío que la ciencia plantea a la razón práctica: (el externo, representado por las consecuencias de la tecno ciencia como la crisis ecológica o el armamentismo nuclear) que determina la urgencia de fundamentar una macro ética de la responsabilidad solidaria y el interno, que niega desde una perspectiva científica la posibilidad de fundamentar la ética, argumentando que solo la ciencia puede fundamentarse y que la ética no es una ciencia (Acta Bioética de la OPS, 2009).
Apel propone como fundamento de su ética el paradigma del lenguaje que presupone una comunidad ilimitada de comunicación; en esta forma el “yo pienso” cartesiano, es sustituido por el “nosotros argumentamos” que es el eje de la pragmática transcendental.
La tesis más controvertida de Apel es la de afirmar el de carácter de fundamentación último de la Ética en el lenguaje. Esto provocó el distanciamiento de Habermas y la acusación por parte de este filósofo de que es una forma de dogmatización.
La ética del discurso en el pensamiento de Habermas es un forma de diálogo en la que se cuestionan pretensiones de validez y en la que solo se emplean argumentos racionales y el criterio de relación es el consenso para que tenga el carácter de norma universal como reformulación del imperativo categórico Kantiano (Habermas J, “teoría de la acción comunicativa”, 2010).
Maleandi sostiene que la ética de Apel se propone expresamente transformar la ética Kantiana, conservando su apriorismo y a su juicio lo logra en tres sentidos:
a) Cambia la perspectiva monológica por la dialógica.
b) Excluye el “residuo metafísico” que según Apel perduraba en concepto del “reino de los fines”.
c) Propone una mediación entre la universalización y las responsabilidades individuales de los agentes morales en circunstancias morales concretas.
Por mi parte me permito comentar que vivimos en una etapa que la comunicación presencial, semi presencial y virtual es considerada un nexo que une – y que en otras ocasiones desune- a los seres humanos. La comunicación satelital determina que ahora como nunca antes lo que ocurre en cualquier parte del mundo puede ser conocida a nivel planetario; existe un proliferación de redes sociales que traen y llevan las opiniones de expertos y aficionados de todos los temas, lo cual nos permite argumentar y contra argumentar a nivel de creencias, buscando siempre tener un espíritu abierto a todo tipo de opiniones coincidentes y discrepantes de las nuestras.
La ética consiste precisamente en esto: el pluralismo y la tolerancia hacia las posiciones contrarias a las nuestras. La aplicación práctica de la ética discursiva encontramos en los comités de ética asistencial, los cuales deben tener un componente interdisciplinario y en los que el dialogo y la deliberación son caminos que llevan al consenso en las recomendaciones.
En definitiva la propuesta de Apel y Habermas de fundamentar la bioética en la pragmática trascendental es una idea novedosa que aporta innovaciones a los autores clásicos y que presentan perspectiva de continuar su desarrollo en el ambiente de la post modernidad.
FUNDAMENTACIÓN DE LOS DDHH
En la actualidad, especialmente en el hemisferio occidental los derechos humanos constituyen el fundamento de la ética como el del derecho positivo, consagrado en las constituciones de los estados.
Existe un relación de los derechos humanos llamado desde la antigüedad derechos naturales, vale decir aquello que tienen todas personas por el mero hecho de pertenecer a la especie humana.
El derecho natural es la creencia de que hay un sistema de normas y principios, objetivos y universales, que tienen validez con independencia de que sean reconocidos por la legislación positiva. Esta doctrina fue iniciada por Sócrates y perfeccionada por Platón y Aristóteles.
El fundamento de estos derechos naturales en las fundaciones reveladas es la ley divina que manifiesta en la criatura racional en razón “IMAGO DEI”, constante en la frase del Génesis: “Dios creó al hombre en imagen y semejanza”. Este concepto es el que le confiere al ser humano una dignidad ontológica que nadie puede arrebatarle.
Esta idea fue plasmada posteriormente en el “IUS naturalista”, doctrina que afirma la existencia de un derecho natural como principio regulador de un orden jurídico racionalmente constituido y que por tanto goza de un rango superior y anterior a todo ordenamiento jurídico positivo.
La corriente opuesta a esta es el positivismo jurídico, que parte de una crítica al derecho natural con el argumento de que la creencia de una ley eterna, innata y universal es un dogmatismo no comprobado. Una ley positiva es aquella que ha sido aprobada por procedimientos legales y se encuentra vigente en un Estado.
Por su parte Kant fundamenta la dignidad de las personas en las siguientes formulaciones del imperativo categórico:
“las cosas tienen precio las personas tienen dignidad” y “el hombre es un fin en sí mismo y no debe ser tratado como medio”. Estos conceptos están plasmados en la Declaración Universal de Derechos Humanos de 1948.
Al respecto es preciso manifestar que la moral y la ética son anteriores a las leyes y que a lo largo de la historia hay múltiples disposiciones morales que cumplen con él formalismo jurídico, que han demostrado ser injustas e ilegitimas, la ley no puede hacer bueno lo que es malo en sí mismo. Hay muchos ejemplos como la pena de muerte que se mantiene en pocos países, otros que se significan un atentado con la vida la dignidad la honra, entre ellas la “Ley de eliminación de deficientes mentales o físicos para mantener la pureza de la raza aria”.
3n definitiva la ética se refiere al proyecto ideal de las personas y a la decisión interna libre y responsable de actos y hábitos, en tanto que el derecho (Serrano Ruiz “Bioética y Bioderecho 2008”) es el sistema normativo que posee la fuerza para hacer cumplir sancionar y corregir las consecuencias del incumplimiento de las leyes.
Como conclusión se puede afirmar que el ser humano por su naturaleza y dignidad posee unas prerrogativas que son independiente de raza, tiempo, cultura, lugar, genero o religión; las mismas que no conceden graciosamente los Estados, sino que los reconocen y deben garantizar su cumplimiento. En reconocimiento del valor ético de la persona constituye la base y el punto de arranque de los derechos humanos y de tal reconocimiento surgen los principios reguladores que orientan la convivencia humana y porque los posee el hombre, son personales, prioritarios, universales, imprescindibles, inalienables e irrenunciables.
En criterios de T. Alvin (2008) la bioética debe fundamentarse en los derechos humanos por los caracteres citados anteriormente “los Derechos Humanos son el mínimo moral o la frontera de marcatoria en los mundo de la moral y de la inmoralidad”; de modo tal que solo destellos es posible la construcción critica y reflexiva de toda bioética… “para la bioética fundada en derechos humanos la dignidad humano es un valor incondicional y la justicia es un deber absoluto y el conjunto de concepciones orientadas a las obligaciones universales como punto de partida, los fines, la verdad, la justicia y la memoria histórica como supuesto de la construcción moral”.
A modo de comentario debo apostillar que la dignidad humana, para que no se considere ambigua, debe considerarse como un atributo ontológico de todos los seres humanos desde su concepción hasta la muerte; de esta forma se evita la discriminación de las personas que por su edad no tiene la capacidad de autodeterminación o que la han perdido por accidente.
Las críticas que se han hecho a esta fundamentación en derechos humanos se relacionan con la ambigüedad del término dignidad que es el concepto fundante. Al respecto Borgoño C. el Acta Bioética de la OPS (2009) propone lo siguiente: “podemos afirmar que se trata de un atributo esencial de los seres humanos, del cual se derivan consecuencias normativas tanto de índole prohibitiva (abstenerse de determinados actos), como de índole prescriptiva (actuar a favor de las personas)”.
Otra crítica tiene que ver con la universalidad: frecuentemente se escuchan afirmaciones como aquella de que los derechos humanos son una sutil justificación del imperialismo cultural de occidente no aceptado por otras culturas (como ejemplo actual tenemos los grupos islámicos). Una condición individualista centrada en la autodeterminación choca con la mentalidad de culturas con matriz fuertemente comunitario como la Oriental y Africana “Op site” p.51, esto fue visible en las conferencias de El Cairo y de Beijing.
Empero en la Conferencia de Viena (1993), se llego a una formula de acuerdo con el siguiente texto: “todos los derechos humanos son universales, individuales e interdependientes. La comunidad internacional debe trata en conjunto los derechos humanos en forma justa y equitativa, poniendo al mismo nivel y poniendo el mismo énfasis a cada uno. Aunque se debe tomar en cuenta el significado de las particularidades nacionales y regionales, así como los diversos contextos, históricos, culturales y religiosos, es un deber de los estados, mas allá de los sistemas político, culturales el promover los derechos humanos y las libertades fundamentales”
Este texto se refuerza con el Art, 12 de la Declaración de los Derechos Humanos de la UNESCO (2005) que afirma: “se deberían tener debidamente en cuenta la importancia de la diversidad cultural y pluralismo no obstante estas consideraciones no habrán de invocarse para atentar contra de la dignidad humanos, los derechos humanos y las libertades fundamentales o os principios enunciados en esta declaración, ni tampoco para limitar su alcance”.
El respeto a la diversidad cultural no significa relativismo por cuanto hay una matriz común a todas las culturas, lo humano en su sentido más profundo, que debe ser respetado y que permite juicios transculturales.
Mary Ann Glendon trata de encontrar una salida a la crisis de universalidad de los derechos humanos proponiendo retomar el espíritu de la declaración de 11998 para analizarla no como una lista de derecho sin principio unificador sino como un conjunto armónico bien estructurado. De esta forma considera que la idea de dignidad humana inherente se refiere no aun ser humano abstracto y atemporal y fuera de la historia, sino a hombres y mujeres concreto a los que era necesario reconocer un conjunto de derechos teniendo en cuenta la diversidad en la que desarrollan su existencia.
Tutelar la dignidad humana implica crear un espacio en que el ser humano pueda realizarse conforma a su propia potencializar y a proteger la dignidad de los demás especialmente la de los más débiles. Este es el concepto que quiere crear la UNESCOI y que puede servir perfectamente de fundamentación de la bioética.
En mi concepto ye en el de muchos, es la Declaración Universal de Derechos Humanos y Bioética de la UNESCO, la que marca una hecho histórico en el desarrollo de la bioética en razón que defiende la dignidad humana en general, pero de manera especial la de los seres vulnerable. Esto se aplica tanto a género como a grupos etarios y comunidades ancestrales que participan en investigaciones diseñadas por transnacionales farmacéuticas y ejecutadas en el Hemisferio Sur por investigadores contratado para el efecto.
En este documento debe 28 artículos, en el acápite de los principios invoca la dignidad y derechos e indica que: “los intereses y bienestar de la persona deben tener prioridad sobre el interés exclusivo de la ciencia con la sociedad”.
El artículo cuarto se refiere a la obligación de potenciar los beneficios y minimizar los efectos negativos de las investigaciones.
Los artículos sexto y séptimo establecen disposiciones expresas como la obligación del consentimiento informado, libre, expreso y con posibilidad de revocatoria para los participantes en el experimento. La obligatoriedad de obtener el consentimiento informado personal y comunitario cuando la investigación se haga en comunidades.
En relación a personas carentes de capacidad de dar su consentimiento este debe ser otorgado por el tutore de acuerdo a disposiciones legales vigentes y las actividades de investigación deben redundar directamente en provecho de la salud de la persona interesada.
En el artículo octavo recalca la protección de vida a los grupos vulnerables; el noveno consagra el respecto a la confidencialidad y prescribe que la información obtenida para una investigación no debe usarse para fines distintos a los que se otorgó el consentimiento.
Los artículos 10 y 11 se refieren al respeto y a la igualdad de seres humanos en dignidad y derechos, por lo cual nadie debe ser discriminado o estigmatizado.
El artículo 12 indica que debe respetarse la diversidad cultural y el pluralismo, pero no se podrá invocar estos conceptos para atentar contra la dignidad, derechos y libertades fundamentales enunciados en la declaración, con la cual se limitan el alcance de comunitarismo.
En el artículo 14 es específico para la promoción de la salud como derecho fundamental y el acceso a una atención medica de calidad y a los medicamentos esenciales.
Los artículos del 18 al 21 se refieren a las estrategias de aplicación de los principios mediante los comités de ética de la investigación, evaluación y gestión de riesgos y las obligaciones que existen en las investigaciones transnacionales multicéntricas, su regulación y la lucha que deben hacer los estados contra el bioterrorismo, tráfico de órganos, tejidos muestras y material genético.
Los artículos 22 al 25 se relacionan con la promisión de la declaración, los funcionarios de los Estados a través de disposiciones legales, administrativas, educación en bioética, cooperación internacionalmente al seguimiento por parte de la UNESCO.
Luego del análisis efectuado a la Declaración de la UNESCO sed puede concluir que es el documento estructurado que brinda una protección fuerte a los seres humanos que interviene en los experimentos que sea ensayo o de investigación de fármacos.
Luego del camino azaroso y trágico recorrido por la Declaración original de Helsinki 1964, que ha sufrido modificaciones importantes en las sucesivas revisiones (todas ellas aumentan los privilegios de las farmacéuticas y disminuyen la garantías de los probandos y el respeto a su dignidad), como ejemplo se puede citar la Declaración de Edimburgo (2000), que admite el uso del placebo prácticamente en todas las investigaciones, en la de Seúl (2008) se suprime la obligación de que los participantes en los experimentos reciban el mejor tratamiento y los beneficios obtenidos por el nuevo fármaco. En Fortaleza (2013), se abre la posibilidad de no tener consentimiento informado para investigaciones sucesivas por lo que pueden volver a usarse las muestras tomadas para la primera investigación.
La UNESCO convoco en el año 2008 de ex alumnos del Programa de Educación permanente y en ella se aprobó la Declaración de Córdova en rechazo a los abusos promulgados en la Declaración de Seúl y tuve el honor de ser uno delo firmante de dicha declaración.
Puedo afirmar que si no se organiza un movimiento a nivel continental y a escala mundial para reclamar los abusos de las sucesivas declaraciones de AMM, la investigación en seres humanos seguirá atropellando la dignidad de las personas y cosificando a los seres humanos que participan en investigaciones. Por lo expuesto estimo que debemos promover, defender y difundir la declaración comentada anteriormente.
Los DDHH como fundamento de la Bioética.-:
Mucho se ha escrito, se ha pensado y se ha discutido acerca de los Derechos Humanos, y dependiendo de la ideología de los respectivos autores, encontramos una divergencia en relación a su fundamentación y aplicación. En todo caso, desde el punto de vista ético, tienen una relación íntima con lo que se ha llamado, desde la antigüedad hasta el siglo que vivimos, “Derechos naturales”, vale decir aquellos que tienen todas las personas por el mero hecho de pertenecer a la especie humana.
El “Derecho natural”, es la creencia de que hay un sistema de normas y principios objetivos y universales, que tienen validez, con independencia de que sean reconocidos por la legislación positiva (establecida por el Estado). Esta doctrina fue iniciada por Sócrates y perfeccionada por Platón y Aristóteles.
La fundamentación de estos derechos naturales en las religiones reveladas, es la ley divina, que se manifiesta en la criatura racional en razón del “Imago Dei”; así se lee en el Génesis la frase: “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”. Este concepto del hombre como imagen de Dios, es el que le confiere una dignidad ontológica que nadie puede arrebatarle.
Esta idea fue plasmada posteriormente en el denominado “iusnaturalismo”, doctrina que afirma la existencia de un derecho natural como principio regulador de un orden jurídico racionalmente constituido, y que por tanto goza de un rango superior y anterior a todo ordenamiento jurídico positivo.
Por su parte, Kant fundamenta la dignidad de la persona en las siguientes formulaciones del Imperativo categórico”: “Las cosas tienen precio, sólo la persona tiene dignidad” y “El hombre es un fin en sí mismo y no debe ser tratado solamente como medio”.
La corriente opuesta al “iusnaturalismo” es el positivismo jurídico, que parte de una crítica al derecho natural, con el argumento de que la creencia en una ley eterna innata y universal, es un dogmatismo no comprobado. Una ley positiva es aquella que ha sido aprobada por procedimientos legales y se encuentra vigente en un Estado.
Al respecto, es preciso manifestar que la ética y la moral, son anteriores a las leyes y que a lo largo de la Historia, hay múltiples ejemplos de disposiciones legales que cumplen con el formalismo jurídico, pero que han demostrado ser injustas e ilegítimas; la ley no puede hacer bueno lo que es malo en sí mismo. Hay muchos ejemplos tales como atentar contra la vida, la dignidad, la honra, entre ellas la “Ley de eliminación de deficientes mentales o físicos para mantener la pureza y superioridad de la raza aria.”
En definitiva, la Ética se refiere al proyecto ideal de las personas y a la decisión íntima, libre y responsable de actos y hábitos; en tanto que el derecho, según Elías Díaz, es el sistema normativo que posee fuerza para hacer cumplir y sancionar y corregir las consecuencias del incumplimiento. Esto es lo que se conoce como Ética de mínimos”, que regula la relación entre los ciudadanos de una sociedad, frente a la Ética de máximos que gobierna la vida privada de las personas.
Como conclusión de este acápite de fundamentación, se puede afirmar que el hombre por su naturaleza y dignidad posee unas prerrogativas que son independientes de las circunstancias de raza, tiempo, cultura, lugar, sexo o religión; las mismas que no conceden graciosamente los Estados sino que los reconocen y deben garantizar su cumplimiento. El reconocimiento del valor ético de la persona constituye la base y el punto de arranque de los Derechos humanos; desde tal reconocimiento sirven de principios reguladores que orientan la convivencia humana. Y porque los posee el hombre son personales, prioritarios, universales, imprescriptibles, inalienables e irrenunciables.
Es conveniente citar en este punto las doctrinas de los que postulan la Etica discursiva (Otto Apel, Jürgen Habermas, Adela Cortina, Alexi, entre otros) como fundamento de los Derechos humanos, ya que los seres humanos coordinan sus vidas mediante acciones comunicativas.
Adela Cortina postula que: “la hermenéutica ha demostrado que la razón humana, no es una razón pura, ajena a la historia e incontaminada por ella, sino una razón impura, inserta en la historia y en las tradiciones” y formula la existencia de “derechos pragmáticos”, que son presupuestos de la racionalidad en cualquier sentido.
GENERACIONES DE DERECHOS HUMANOS
Los DD HH han sido motivo de preocupación desde la Antigüedad, así se cita el Código de Hamurabi, como una Declaración embrionaria o rudimentaria, promulgada por este rey asirio. Sin embargo en pueblos civilizados como los griegos, se admitía como hecho normal la esclavitud y la ciudadanía se reservaba para los atenienses (recordemos que Aristóteles era considerado “meteco “) y las mujeres ocupaban un punto intermedio entre los hombres libres y los esclavos.
Roma se decantó por el derecho, el mismo que a través de siglos y milenios tiene todavía influjo en nuestra época. El Estado moderno tiene un enfoque contractualista, (contrato social), trasunto del pensamiento de los filósofos de la Ilustración; vale decir que el contrato lo hacen individuos autónomos, facultados para establecer pactos y con capacidad para intercambiar lealtad al estado, por la protección de sus derechos.
Si se admite que la Revolución francesa (1789) fue en gran parte la rebelión de la burguesía contra la monarquía, la aristocracia y el clero; de este origen se colige que la Declaración de derechos del hombre y del ciudadano, enfatiza en los llamados derechos de libertad frente a la opresión del absolutismo; de ahí que estos derechos de primera generación, se conocen como derechos de la libertad, y el Estado moderno, nace con esta concepción liberal (derechos civiles y políticos), que justifica la creación del moderno estado de derecho con la correspondiente división de poderes (legislativo, ejecutivo y judicial, cada uno de ellos independiente del otro).
Así pasaron varias décadas, hasta el auge de las doctrinas socialistas como respuesta a la Revolución industrial, las mismas que postularon los derechos económicos, sociales y culturales, conocidos como Derechos de segunda generación o de la igualdad; posteriormente se va ampliando la gama de los requerimientos de la sociedad civil y se proclaman los derechos de tercera generación, relativos a la solidaridad.
En la tercera generación se incluyen el derecho a la paz, al medio ambiente sano, a la conservación del mismo para que sea sustentable a las generaciones venideras, y a los derechos colectivos de las comunidades ancestrales. En la Constitución vigente en el Ecuador se consagran los derechos de la Naturaleza; con el debido respeto discrepo de este criterio, por cuanto son sujetos de derechos los agentes morales, vale decir la especie humana, que tiene la responsabilidad ineludible de velar por la conservación de todas las formas de vida y la biodiversidad.
Estos derechos se fundamentan en la solidaridad y según Adela Cortina tienen las siguientes características:
1.-Se trata de derechos cuya satisfacción es condición para la posibilidad de satisfacción de los derechos de las anteriores generaciones, porque sin paz, sin un medio ambiente sano y sustentable, peligran la vida, la salud, la cultura y demás exigencias.
2.- Se trata de derechos que protegen a los individuos, pero a través de la protección de los colectivos, cuya paz, medio ambiente y desarrollo pueden ponerse en peligro.
3.- Estos derechos exigen la cooperación entre los estados nacionales y distintas organizaciones cívicas, porque sin ello resulta imposible protegerlos.
Desde hace algunos años se viene propugnando la existencia de Derechos de cuarta generación, tales como la intimidad del patrimonio genético, libertad informática y la lucha por el reconocimiento de ciertos colectivos como homosexuales, transexuales, que también constan en la Constitución y leyes de varios países. Al respecto cabe comentar que en una sociedad plural como es la del siglo XXI, deben incluirse estas manifestaciones en los llamados “mínimos morales”, que exigen en correspondencia el respeto a las preferencias de grupos mayoritarios. En relación a la intimidad del patrimonio genético, en mi concepto este debe ser respetado como garantía de la intimidad de las personas, que es el fundamento de la dignidad y no discriminación. Citando nuevamente a Kant, la conducta humana debe ser universalizable para que sea considerada moral.
ÉTICA DEL CUIDADO
Este término se concentra en el cuidado de los otros como fundamento de la ética (Luna F Y Salles A) se relaciona con la ética de la virtud, pero necesita de una actitud personal de imaginación ternura y comprensión por parte de la persona que brinda cuidado poniendo énfasis en las relaciones humanas, lo cual le diferencia de la ética de la virtud.
En la ética del cuidados fuer la psicóloga Carol Gilligan la que hizo encuesta entre la población femenina y no de predomino masculino Kohlberg, cuando concluyo que el razonamiento moral de las mujeres e s deficiente comparado con lo de los varones. Gilligan concluyo que la perspectiva y dominante en las mujeres es el cuidados en tanto que los varones es la justicia; de aquí dedujo que las mujeres enfatizan la singularidad de las necesidad de los otros y se protegen los afectos, en tanto que los hombres e guían por principios abstracto de derechos y justicia. Para esta autora la madurez moral consiste en la capacidad de poder pensar de las dos maneras e integrar las dos perspectivas.
La ética del cuidado contradice los modeles principista e imparcialitas, al rechazar la imparcialidad y el razonamiento abstracto y debe fundarse en el amor, responsabilidades y la confianza que es una respuesta a la vulnerabilidad de las personas concretas.
A modo de comentario quiero manifestar que este tipo de moral fue preconizado y ejecutado por Florence Nightingale, considerada la pionera de la Enfermería Moderna en teoría es esta rama de las profesiones sanitarias la que se relaciona más directamente con la psicología humana y sus atributos esenciales clásico sin embargo, en el devenir de esta profesión han existido otras tendencias que han desvirtuado la intensión primordial que han enfatizado el rol político y feminista de sus cultoras.
Actualmente se tiende a volver a las fuentes primigenias del cuidado, pero naturalmente con las peculiaridades de las profesiones de la salud en general y de la enfermería en particular propias del siglo XXI.
Las críticas que se han hecho a la ética del cuidado se refieren especialmente a que esta florece en sociedades opresivas.
Otros opinan que pueden llagar a la explotación y auto sacrificio y determinan que los grupos que la practican tenga un estatus subordinado.
Además, dicen que existe la posibilidad de opresión por parte del que recibe cuidados, lo que lleva a la anulación moral del cuidador y que puede ser útil en relaciones con personas intimas (esposos, familiares) pero se dificulta con extraños.
Mi comentario: si consideramos que vivimos en una sociedad que los valores humanos han sido relegados y la medicina a llegado a una actitud deshumanizada por el uso y abuso de una tecnología sofisticada en que el paciente no es considerado un doliente o un sufriente dentro de una cifra de estadísticas interpersonales y en la que la relación medico paciente tradicional ha desaparecido por la presencia de un “tercero” que es un equipo de diagnostico y un conjunto de órganos a ser examinados y tratados por especialistas y subespecialistas sin que vean la totalidad de la persona en su dimensión espiritual y material, creo que este tipo de atención, tan olvidado es una buena alternativa desde el punto de vista ético además es necesario y va hacerlo mucho mas en un sociedad que envejece por aumento de la expectativa de vida con sus secuelas de alzhéimer y demencia senil; es un hecho la indiferencia de la sociedad para con los ancianos a quienes se relega por enfermos e improductivos.
Por otra parte el progreso de la medicina ha aumentado el número de enfermedades crónicas e incurables, a quien el oficio de cuidador de enfermos ha proliferado, pero quienes lo practican muchas veces distan de reunir las condiciones humanas necesarias para ello.
La ética del cuidado en mi concepto representa una alternativa válida a los modelo de ética tradicional que se han analizado anteriormente, pero esto no significa que pueda carecer d u modelo basado en principios universales de moral que se han desarrollado a través del tiempo con el aporte de grandes filósofos que han trazado la línea moral maestre de la ética; lo que se debe destacar y reitera es que el modelo debe aplicarse a los seres humanos
Alison M. Jaggar inicia con los siguientes párrafos un artículo sobre este tema (2001): “a los ojos de algunos la expresión ética feminista parece contradictoria; es evidente que la ética es universal y que no es diferente para mujeres y varones. Para otros parece tendenciosa: las respuestas feministas a las cuestiones morales no pueden ser dadas de antemano. Todos suponemos que la ética feminista se define por doctrinas especificas respecto de lo que es moralmente permisible más de una comprensión especifica de los conceptos centrales de la moral. Pero aunque el feminismo de hecho se defina por un comportamiento ético concreto (la lucha con la condición inferior de las mujeres) este compromiso es demasiado general para ofrecer respuestas especificas la mayoría de las cuestiones prácticas y técnicas que examinan en ética”
“Las feministas estiman que la s estructuran de la mayoría de las sociedades han sido modeladas por formas de dominación masculina, hecho que los sistemas en vigor reflejan y legitiman considerando que es poco probable que la filosofía este al abrigo del menosprecio cultural y general de que las mujeres son objeto, las feministas occidentales indican cómo – de manera declarada o disimula- tal menosprecio debe ser inherente a las ideas, conceptos y toarías de la filosofía moral occidental. Así como la expresión ética feminista sea redundante desde el punto de vista lógico sea para atraer la atención sobre una categoría de preocupaciones filosóficas.”
Coincido en buena parte con los conceptos vertidos anteriormente y me voy atrever a incursionar en un campo polémico de gran actualidad y que seguirá siendo en lo sucesivo materia de debate. No se puede negar el influjo cada vez mayor de los grupos feministas organizados desde hace una centuria y las conquistas que han logrado en materia de derechos, prácticamente inexistentes hasta el siglo XIX. Para fundamentar este subcapítulo he recurrido al artículo citando anteriormente y al de Florencia Luna (2008).
Desde ya declaro que se debe defender la lucha por la igualdad de género constante en varias constituciones de países americanos y europeos, e inclusive en la constitución de Montecristi.
Las críticas feministas a la filosofía moral occidental son las siguientes:
1. Denigración explicita de la mujer varios filósofos importantes en la historia de la humanidad como Descartes, Helleger, Sartre han considerado que la racionalidad es la principal característica de la humanidad y concluyen que las mujeres son incapaces de autonomía moral y que deben ejecutar las virtudes femeninas la que les coloco en un estado de subordinación.
2. Indiferencia en las cuestiones femeninas: la filosofía moral moderan se ha inclinado poco a las cuestiones que interesan a la mujer tales como la sexualidad y la vida domestica que pertenecen a la esfera de lo privado y por ende son extrañas al ámbito de justicia que es un característica masculina.
3. Devaluación de lo femenino: muchas feministas sostienen que la tradición occidental interpreta la realidad mediante dicotomías conceptuales: cultura/natura, trascendía/inmanencia, universal/particular, espíritu/cuerpo, razón/emoción, publico/privado. Asociando el termino mas valorado a lo masculino y menos valorado a lo femenino.
4. El carácter normativo de la experiencia masculina: la filosofía moral moderna exalta valores como el respeto, autonomía, igualdad, imparcialidad que se consideran virtudes masculinas, en tanto que ha marginado valores como la responsabilidad y la solicitud hacia personas particulares que de se plasma en el cuidado y educación de los niños en arquetipo femenino.
Frente a todos estos cuestionamientos las críticas son justificadas dentro de una sociedad que ha tenido durante siglos el esquema patriarcal y machista que ha transmitido durante generaciones como un paradigma inamovible. Reitero mi criterio de que la sociedad actual que proclama la vigencia de los derechos humanos debe abrirse campo para el pleno ejercían de los derechos por parte de las mujeres. Sin embargo me permito señalar algunos puntos de debatas: reclaman las feministas que no se los toma en cuenta como participantes en ensayos clínicos una posible explicación para este hecho le encuentro en que se considera grupos vulnerables a niños, embarazadas y ancianos, con lo cual las masas de probándos por llamarla de esta forma se concentra más en el género masculino, en nuestro medio es cada vez mayor el número de mujeres profesionales que con gran competencia trabajan en sus especialidades e incluso en la participación de la esfera política (esferas espacio Publio reservado tradicionalmente para los hombres) hay un buen porcentaje de mujeres en cargos administrativos y directivos de gran responsabilidad, esto considero que es una excelente conquista. Se ha tipificado el feminicidio como un delito que debe ser fuertemente penado por COIP lo cual es muy loable.
En relación a la gestión del cuerpo, las mujeres han adquirido conciencia de su autonomía y se ha plasmado en las leyes de salud sexual y reproductiva emitida en diferentes países y Declaraciones universales de El Ciro y Beijín en los cuales hay una empoderamiento de los derechos femeninos y una abolición de una tradicional dependencia del valor.
El rol de las parejas en los hogares está cambiando ya hay una colaboración mayor que antaño en la crianza de los hijos, educación y compartir que antaño.
Debe merecer nuestro rechazo todo tipo de violencia de género así como la explotación de mujeres y niñas por redes de delincuentes que se dedican al tráfico de personas, todos estos delitos deben ser severamente penados en las leyes, estoy de acuerdo en los reclamos de las feministas en respecto a la paradigma de anunciadores de productos de belleza y a las cirugías estéticas que tan emboga se encuentran ahora ya que significa la subordinación a estereotipos comerciales antiéticos.
Concuerdo con las opiniones feministas respecto con la medicina reproductiva ya que por una parte presenta una solución a problemas de infertilidad y por otra parte se el rol reproductivo de la mujer y se distorsiona la relación de la mujer con su cuerpo el mismo que es intervenido y monitoreado por medios expertos en el ramo lo cual puede estar legitimando ordenes socialmente injustos, poniendo en las personas en desigualdad.
A modo de conclusión se puede decir que la ética feminista a puesto en evidencia la caducidad de varios paradigmas propios de filosofía occidental, que en buena parte la experiencia de la mujer ha sido secularmente excluida de la filosofía moral. Sin embargo el aporte que se ha hecho a la teoría moral y al bioética como ética aplicada por parte grupos feministas es importante ya que determina debe establecerse un dialogo continuo entre la ética feminista y no feminista que traerá consigo un engrandecimiento y enriquecimiento del panorama ético contemporáneo.
GLOSARIO:
1. Dilema moral: Es un razonamiento disyuntivo que expresa la necesidad de elegir entre dos conclusiones posibles; es la situación de conflicto en que encuentra el agente moral al tener que elegir entre dos valores mutuamente incompatible.
2. Fundamentación: Establecer algo (en este caso una disciplina en una base firme y solida) / raíz, principio y origen de una cosa inmaterial.
3. Ley moral: Es el conjunto de imperativos normas y preceptos que constituyen un código moral determinado. Tiene las siguientes características:
· Obligatoriedad
· Incondicionalidad: su cumplimiento no está condicionado a ninguna castigo sino que su finalidad hay que buscarla en el respeto que produce el cumplimiento del deber moral.
· Universalidad: “Obra de tal manera de que tu comportamiento se ha convertido en universal”.
4. Métodos: Son reglas de procedimiento que rigen los procesos de pensamiento y acción que permiten efectuarlos de manera coherente y finalista.
5. Norma moral: Es un imperativo que nos dice cual deber ser nuestra conducta desde el punto de vista moral.
6. Prima facie (deberes): Teoría creada por David Rose tales como ayudar a los demás cumplir lo prometido, etc. Nuestra acción es una acción “prima facie” en vista que se trata del cumplimiento de una promesa. El problema dice Rose es que de antemano no podemos saber cuál de ellos es más importante en una situación concreta. Solo podemos decir que es preferible. Lo ideal sería poder jerarquizar nuestros deberes “prima facie” pero esto no es posible por ello es una cuestión de juicio para decidir cuál es el más importante y que lado del abalanza pesa más.
7. Procedimientos: Los principios son generales en tanto que los conflictos éticos son concretos de aquí que los principios son “a priorie” y las consecuencias de los actos son “a posteriorio”. El primero establece las normas y el segundo las decepciones a la misma. Esta interacción es un doble movimiento de lo general a lo particular (método deductivo), de lo particular a lo general (método inductivo). Esto debe saber y practicar todos los integrantes de los Comités de Ética.
8. Teoría ética: Es el conjunto de respuestas coherentemente argumentadas sobre las cuestiones morales fundamentales.
9. Sistemas: Son las distintas doctrinas con las que con carácter global se expone el juicio último de los juicios morales.
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