Autor Dr. Agustín García Banderas
Resumen
Este artículo trata de la República ideal, tal como la concibió el filósofo y poeta. Para Platón la república ideal debe estar gobernada por una aristocracia intelectual, constituida por filósofos, quienes deben tener una preparación que les lleva de los diez a los cincuenta años, edad en la que ya están aptos para gobernar.
La República es el diálogo más extenso, sólo superado por “Las leyes”, en él se refiere a los conceptos de justicia, de democracia que puede degenerar en demagogia, la estructura de una sociedad estratificada por la diversidad de trabajo, la ausencia de propiedad privada, la comunidad de mujeres e hijos, con predominio de ideas eugenésicas para conservar la excelencia de alma y cuerpo de una sociedad ideal. Concluye el ensayo indicando la influencia de Platón en el pensamiento de la humanidad, posterior a la edad de oro de la filosofía griega.
Palabras clave: República ideal, ética platónica, justicia, democracia.
Abstract
This article discusses about the Ideal Republic as was conceived by the poet and philosopher Plato. For him, the ideal republic must be ruled by an intellectual aristocracy composed by philosophers, who have to be prepared since they are 10 years old until they are 50 years old, age at which they are suitable to govern.
The Republic is the most extended dialogue, only surpassed by “The Laws”. In that dialogue, the philosopher refers to the concepts of justice, the democracy that can turn into demagogy, the structure of a stratified society due to the labor diversity, the absence of private property and the women and children community, with the prevalence of eugenic ideas directed to preserve the excellence of the body and soul of an ideal society.
This essay concludes showing the influence of Plato over the humanity thoughts, after the golden age of the Greek philosophy.
Key words: Ideal Republic, Plato ethics, justice, democracy.
Es de sobra conocido que Sócrates nunca escribió nada, y que lo que sabemos de él es por el testimonio de sus contemporáneos, los recuerdos de Jenofonte y especialmente los “Diálogos” que escribió sus discípulo predilecto Platón, que fue quien más se identificó con el pensamiento del maestro; de aquí que sea una tarea difícil separar el pensamiento propio de cada uno, ya que el protagonista de las obras más conocidas: “Diálogos” y la “República”, es el mismo Sócrates.
El nombre propio de Platón era Aristocles y provenía de una familia de la alta nobleza ateniense, razón por la cual fue rechazado por la burda democracia que dominaba esa ciudad por aquel entonces; no intervino activamente en política, pero escribió el libro que hasta hoy se considera uno de los más importantes de la ciencia política. El apodo de Platón le vino por su contextura atlética ( de espaldas anchas). Descolló en el deporte y en la guerra de Corinto; y fue un poeta, de ahí que se haya dicho que: “nunca hasta entonces la filosofía había podido vestirse con atavío tan esplendoroso y sin duda alguna nunca ha vuelto a hacerlo después”(Will Durant “Historia de la Filosofía “ 1952)
Según Diógenes de Laertes( Vida y obra de los filósofos de la antigüedad,1947) Platón ingresó al círculo de los discípulos de Sócrates a los veinte años, e incursionó en la carrera política auspiciado por sus parientes. Su abandono de la vida pública se debió principalmente a la decepción y repugnancia que le provocaron los “treinta tiranos”, que bajo la influencia espartana, despojaron al Areópago de sus funciones y los jueces de la Bula , eran lacayos serviles de estos gobernantes corruptos; pero el factor decisivo fue la muerte de su maestro. Al conocer la sentencia, dice Platón:”Entonces todo me comenzó a dar vueltas, con vértigo de náusea y llegué a la conclusión de que todas las Constituciones de los pueblos son malas. Esto hizo nacer en mí el deseo de cultivar la verdadera filosofía , por ser esta la fuente del saber universal, maestra de lo que es bueno y justo tanto en la vida pública como en la privada.
Después de la muerte de Sócrates se retiró a Megara y posteriormente viajó a Italia y fue invitado a vivir en la corte de Dionisio I , tirano de Siracusa, el mismo que enfurecido por la franqueza del filósofo, le entregó a los lacedemonios, para que lo vendieran como esclavo; pero fue rescatado y enviado libre a Atenas.
Una vez en esta “polis”, fundó la Academia, en honor al héroe Academo ;.Copleston (Historia de la filosofía ,tomo I 2001) considera que la Academia puede llamarse la primera universidad europea, ya que además de filosofía se estudiaban matemáticas, astronomía y ciencias físicas, se rendía culto a las musas y a ella acudían estudiantes de otras ciudades, a los cuales Platón trataba de formarlos como verdaderos hombres de estado, guiados por verdades trascendentales, y no demagogos miserables como los sofistas. Podemos considerar una falencia el hecho de que las lecciones que daba a sus discípulos no se hayan publicado y lo que ha llegado hasta nosotros, sean los Diálogos, que fueron escritos para el gran público.(op cit)
Su aporte a la ética podemos encontrarlo en varios pasajes de su obra; así en la doctrina de las Ideas, éticamente mirada la idea “es aquel bien en sí”, que da a todas las cosas y acciones su valor moral. A diferencia de Sócrates, sostiene que el bien no consiste en el mejor conocimiento, ya que entonces tendría que haber buenos ladrones o impostores. El bien consiste en la participación en la idea permanente del Bien en sí, y por tanto es la plenitud del ser y el sol que hace visible todas las otras ideas.
Para Platón (que creía en la transmigración de las almas) estas, antes de unirse al cuerpo ya estaban en contacto con las ideas; por eso todos nacemos sabiendo que es el Bien y el hombre virtuoso encamina sus acciones al logro de este bien ya conocido. En el pensamiento platónico, el fundamento de la virtud no es la inteligencia, sino la voluntad de realizar lo que sabemos que es bueno y todo lo bueno proporciona placer, aunque no todo lo que causa placer es bueno. Las cosas sensibles son copias o participan de esas realidades universales. Esto lo expresa en el Fedón, donde afirma que el alma constituye una realidad espiritual completamente distinta del cuerpo, en el que se halla encerrada como en una cárcel y se limita a dirigir al cuerpo como un timonel dirige una nave .Este dualismo platónico influirá posteriormente en el pensamiento de varios filósofos, pudiendo citar entre los más importantes a San Agustín y Descartes.
Esta doctrina ha recibido varios cuestionamientos en siglos posteriores, ya que es un hecho evidente la interacción entre ambos y se define al ser humano como una unidad psicosomática indisoluble; la doctrina platónica es muy poética y hermosa, propia de una imaginación lírica como la suya.
Para cumplir los objetivos del presente artículo, que pretende analizar las virtudes y defectos de los integrantes de una sociedad civil, es preciso glosar brevemente algunos capítulos de la República ideal de Platón: Podemos iniciar con los conceptos de justicia y poder enunciados por el sofista Trasímaco en el libro primero (Platón “Diálogos” 1992) cuando afirma entre otras digresiones que “ la justicia no es otra cosa que lo que aprovecha al más fuerte y cada forma de gobierno establece las normas que más han de aprovecharle…”. Pone como ejemplo de este aserto el de los enviados atenienses a la isla de Melos: esta embajada estaba integrada por 38 barcos de guerra y 10000 hombres para enfrentar a 500 melianos. Los atenienses rechazan toda apelación a la justicia y al derecho con estas frases: “ Sabéis tan bien como nosotros que la justicia en este mundo es una cuestión que sólo prevalece entre iguales, y que los poderosos hacen lo que les permite su poder y los débiles ceden ante ellos) Simon Blakburn “ Historia de la República”2007)
Los melianos creen que teniendo de su lado a la justicia, tendrán la protección de los dioses. . La cínica respuesta de los atenienses es esta: “nosotros no hemos establecido esta ley ni hemos sido los primeros en aplicarla sino que la encontramos ya existente; todo lo que hacemos es aplicarla, convencidos de que vosotros y cualquier otro que adquiera nuestro poder haría lo mismo. Así pues en lo que a los dioses se refiere no tenemos miedo de estar en desventaja ni razón para temerlos” (Op cit . p. 45) .
Esto sucedía muchos siglos antes de la existencia de Maquiavelo; puedo apostillar como comentario que aún en las sociedades que han pasado a la historia como paradigma de civilización, la fuerza bruta y la ley de la selva han imperado; lo que demuestra que Hobbes era más realista que Rousseau en relación a la bondad innata de los humanos. Los melianos fueron aniquilados y sus mujeres e hijos esclavizados y la sombra de Trasímaco se proyecta hasta la actualidad , en la que la especie humana se desangra diariamente en muchas partes del planeta y conduce a la pregunta clave de la Etica: “Serán posibles unos mínimos de justicia en la sociedad actual o será una utopía mayor que la República platónica?”.
Para continuar disertando sobre este asunto, en el diálogo GORGIAS el sofista Calicles acusa a la moral de ser la invención de los débiles para neutralizar el poder de los fuertes y dice que esta justicia se funda en una moral no para hombres sino para esclavos ( se nota a las claras que NIetzche bebió de estas fuentes).
Estos párrafos se pueden complementar, cuando trata de la democracia en el PROTAGORAS (Platón Diálogos) El principio básico de la democracia es el derecho igual para todos de ejercer los cargos y determinar la vida pública; pero como se ha demostrado fehacientemente, el pueblo no comprende nada y no hace más que ir repitiendo lo que le cuentan sus dirigentes. El gobierno de la masa es un mar demasiado tempestuoso para que la nave del Estado pueda caminar por él; el final de esas democracias es la tiranía o la autocracia. La muchedumbre se siente tan hambrienta de miel , que el adulador más vil y menos escrupuloso, con llamarse “protector del pueblo”, se eleva al poder supremo. Sobran ejemplos actuales de esta afirmación en todas las latitudes.
Dentro de este contexto Platón considera que el hombre justo jamás será aceptado por la sociedad y hasta adquiere un sentido profético en el siguiente pasaje: “ cuando el justo aparezca sobre la tierra será azotado, atormentado, puesto en cadenas, vaciado sus dos ojos, y al fin ,rendido a tormentos será crucificado, ya que en este mundo no se valora el ser justo sino parecerlo”.
Para terminar la visión platónica de lo justo y de lo injusto, voy a compendiar el mito del ANILLO DE GIGES”, constante en el libro segundo de la República: Giges era pastor del rey de Lidia, después de una tormenta se abrió la tierra en el lugar donde apacentaba sus rebaños, bajó por la abertura y encontró un caballo de bronce en cuyo interior había un cadáver desnudo con un anillo de oro en uno de sus dedos, del cual se apoderó; a fin de mes se reunió la asamblea de pastores y Giges portaba el anillo, casualmente se dio la vuelta la piedra de la sortija y se tornó invisible. Habiendo observado esta virtud del anillo, llegó a palacio, corrompió a la reina y con la ayuda de ella se deshizo del rey y se apoderó del trono. De este mito el sofista Glaucón concluye que si existieran dos anillos de esa especie y se diera uno al hombre de bien y otro al malvado, ambos tenderían al mismo fin y se probaría que no se es justo espontáneamente sino por necesidad y que serlo no es un bien en sí, puesto que el hombre se convierte en injusto desde el momento en que cree poder serlo sin temor alguno.
A estos argumentos sofísticos, Platón responde que la justicia consiste en la relación entre individuos, que depende de la organización social y debe estudiarse como estructura de la comunidad y recurre al ejemplo de la prueba de la vista de un hombre al que se le hace leer primero las letras grandes y luego las pequeñas, del mismo modo es más fácil analizar la justicia en gran escala y después la conducta personal. Afirma que la justicia consiste en poder hacer lo que es propio de cada cual y una sociedad de hombres justos será un grupo eficiente y armonioso y les dice a Trasímaco y Calicles que la justicia no es sólo fuerza sino fuerza armoniosa; en cuanto al individuo, es un orden y una belleza de las partes del alma y es para esta lo que la salud para el cuerpo.
En la República ideal deben gobernar los filósofos, o los reyes actuales convertirse en filósofos auténticos y capaces ¿Cómo lograr esto?; mediante la educación, la misma que será común durante los diez primeros años, será predominantemente física( gimnasia , deportes) (W. Durant op cit p.57) y serán guiados hacia la virtud y la sabiduría; a los veinte años habrá una primera prueba, teórica y práctica, en la cual se eliminarán a aquellos que fracasen, a quienes se les dedicará al trabajo manual, agricultura o comercio. Los que superen tendrán diez años más de estudio y ejercicios para el cuerpo, espíritu y carácter y serán sometidos a una segunda prueba más difícil que la primera; los que fracasen se dedicarán a ayudantes ejecutivos y oficiales militares. A los afortunados se les enseñará filosofía a la edad de treinta años y la doctrina de las ideas durante cinco años más. A los treinticinco habrán de descender de las alturas filosóficas a la caverna del mundo real en la cual, según el mentado autor, se desollarán las filosóficas rodillas y ganarán el pan con el sudor de sus altivas frentes, compitiendo con hombres de negocios, de combate y seres astutos, durante quince largos años, al cabo de los cuales los supervivientes habrían cumplido cincuenta años y estarán aptos para gobernar. (Frente a esta preparación quedan muy cortos los diplomados, maestrías, doctorados y Ph D , tan en boga actualmente).
Esta Utopía concebida por el filósofo poeta, nos puede provocar una sonrisa o un gesto de admiración para los afortunados sabios que deberán realizar el gobierno perfecto de la ciudad ideal, soñada hace 25 siglos y que a lo largo de la historia de la humanidad, gobernada por la audacia, ambición, estulticia, falsedad, mezquindad y otros vicios por el estilo, ha demostrado ser inaplicable.
La República platónica, ha merecido ser estudiada y criticada por muchos autores , entre ellos Karl Popper, quien en el libro “La sociedad abierta y sus enemigos” dice:”Este régimen se circunscribe a la clase gobernante, que es la única que debe mantenerse a salvo de la desunión; las querellas de los súbditos no son dignas de la menor consideración. Cuanto más fuerte sea el sentimiento de que los súbditos constituyen una raza diferente y completamente inferior, tanto más fuerte será el sentido de unión de los gobernantes” (.S. Blackburn Historia de la República).
Modestamente opino que la República platónica ha servido de modelo a los totalitarismos horrendos que soportó la humanidad el siglo pasado, tales como el nazismo, fascismo, estalinismo, maoísmo, que pisotearon la dignidad y la libertad del ser humano y algunos tiranos actuales que se encuentran incrustados desde hace décadas en la parte norte del Africa, Irán e Irak entre otros. Lamentablemente una de las obras del filósofo considerado una cumbre del pensamiento universal, no nos sirve para edificar una ética civil en la sociedad actual, cuyo pluralismo llega en ocasiones al relativismo moral.
La República está concebida sobre el principio de especialización; el estado bien ordenado requiere que los gobernantes gobiernen, que los auxiliares cumplan con sus deberes militares y policiales y que las clases productivas trabajen en los deberes que tienen asignados. Es un sistema de castas y esas castas están petrificadas. (Op cit p. 57).
Entre otras utopías cabe mencionar la ausencia de propiedad privada y que el Estado provea de todo lo necesario a cada una de las clases de acuerdo a sus propios requerimientos, con lo cual se evita la codicia y la envidia. Al respecto debemos anotar a guisa de comentario y sin pretender ninguna defensa del sistema capitalista, que el fracaso de la U R S S y la caída del muro de Berlín, son pruebas fehacientes de que el hombre en todos los tiempos quiere tener aunque sea una parcela propia, que le incentive a trabajar mejor por su familia, que por un hipotético bien común, que al fin y a la postre es el del partido gobernante.
Hay que destacar a favor da Platón el hecho de que considera a la mujer con las mismas capacidades y derechos que el varón para participar en el lugar que le corresponde dentro del contexto social. Esta posición en el mundo antiguo y especialmente en el griego, era insólita, ya que la idea generalizada era la de considerar a la mujer como un ser intermedio entre el esclavo y el varón libre.
En el libro quinto se expone el programa de la comunidad de mujeres e hijos. A las hembras se les educará como a los varones (música, gimnasia, disciplina militar y pueden ser admitidas en todas las carreras, inclusive la guerra; las relaciones conyugales de los ciudadanos, especialmente de las clases más altas deben ser controladas por el estado, para obtener la mejor prole, la misma que se criará en una maternidad del estado. En todo caso esto no significa una consagración del promiscuo amor libre) (Copleston p, 235).
La clase de los artesanos conserva la propiedad privada y la familia; solo en las clases superiores deben suprimirse ambas cosas por bien del estado. Los vástagos de las clases superiores que no sean capaces de llevar esta vida, pero que hayan nacido legítimamente, serán relegados a la clase de los artesanos. (op cit .p 235).
Luego de esta breve exposición de las ideas platónicas respecto de la ciudad ideal, con estamentos inamovibles, el gobierno de los mejores, la política como una actividad especializada; la afirmación de que la democracia es el peor de los gobiernos de los que tienen ley y el mejor de los que no lo tienen; y sus opiniones respecto de los dictadores demagogos , que son “ensalzadores de ídolos más monstruosos y ellos mismos son ídolos y por su grandísimo arte de embaucar como magos son también los sofistas por excelencia” ( op cit p.239). Podemos tratar de explicar estos puntos de vista, ya que su pensamiento nace y se produce dentro de su origen aristocrático, tanto de cuna como de ideología; la muerte injusta de su maestro Sócrates por decisión de los treinta tiranos y su experiencia nefasta en la corte del tirano Dionisio de Siracusa.
Además es muy conocido y comentado el cuadro de Rafael Sanzio de “La Escuela de Atenas”, en el cual Platón lleva en la mano izquierda el Timeo y con el índice de la diestra levantada señala el firmamento, señalando a Aquel de quien todo deriva y a quien todo retorna. En tanto que Aristóteles, con la Ética en la mano izquierda, tiende la derecha hacia adelante, abiertos los dedos, como afirmando que las ciencias tienen por objeto la moral y la aplicación de la experiencia. (W. Durant Historia de la Filosofía. 1952)
Respecto de este cuadro se ha dicho que todos tenemos algo de platónicos o de aristotélicos y según predomine en el temperamento la espiritualidad o el cientificismo lógico nos inclinaremos por una u otra opción.
Para Platón el cuerpo es la cárcel del alma y el camino para nuestra elevación moral es el conocimiento de las ideas eternas, donde se perfecciona cada parte del alma de acuerdo a su naturaleza. A la razón conviene la prudencia, al ánimo o parte irascible la fortaleza y a la concupiscencia la templanza y todas estas virtudes están ordenadas por la justicia. Como solo los filósofos son capaces de elevarse a un conocimiento perfecto, tienen la esperanza de escapar al círculo de la constante reencarnación y retornar a la patria de las ideas eternas. Por eso el sentido de la filosofía radica en prepararse para una buena muerte. “Filosofar quiere decir aprender a morir, de acuerdo a esto, Platón, luego del banquete de bodas de uno de sus discípulos, se durmió para siempre y posiblemente nos mira desde una estrella, que para él es la morada definitiva del alma (Oriol Fina “Gigantes de la filosofía”.1978)
No se puede eludir la mención a las ideas eugenésicas en la “República”; leamos su opinión al respecto: “deben unirse los mejores hombres con las mejores mujeres, evitando la unión de los defectuosos con las defectuosas: los hijos de los primeros deben ser criados, los de los segundos no, para que se conserve el rebaño a su altura; a los hijos contrahechos se los expondrá; al incurable en cuanto al alma y malo por naturaleza , es decir al totalmente echado a perder en lo moral, hay que matarlo”.
Esta doctrina que refleja el pensamiento griego de la época, cuando en la guerrera Esparta se arrojaba a los niños minusválidos desde la cima del monte Taigeto, encontró seguidores en el siglo XX, en aquellos nazis obsesionados por la pureza racial.
El legado filosófico, ético y político de Platón se ha mantenido a lo largo de las centurias, en pensadores como San Agustín, Descartes, Spinoza, Leibniz, Kant, NIetzche y unos cuantos más. Su filosofía es más elevada y menos humana que la de Sócrates; pero gracias a sus obras conocemos el pensamiento socrático Con metempsicosis o sin ellas su espíritu vive y vibra en todos los que nos acercamos a su pensamiento. En las doctrinas platónicas radica el germen de las inquietudes espirituales que han preocupado a los filósofos de todos los tiempos
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.-
PLATON.- Diálogos. Ed Panamericana Bogotá 1992
Blackburn Simón: Historia de la República de Platón.–Editorial Debate.- México 2007
“Gigantes de la Filosofía” Fina Oriol Ed. Bruguera Barcelona 1978
Durant Will “Historia de la Filosofía” Tercera edición argentina. Única autorizada para los países de habla castellana 1952.
Copleston Frederick“ Historia de la Filosofía” Tomo 1.- .-Colección Ariel Filosofía Barcelona 2001
“Historia de la Etica” volumen 1.- Editorial CRITICA , Barcelona 2001.-Editora Victoria Camps
Diógenes de Laertes “vida y doctrina de los grandes filósofos de la Antigüedad”.- Ed Claridad Buenos Aires 1947
DECLARACION DE CONFLICTO DE INTERESES
En relación con el trabajo que antecede, declaro que NO tengo conflicto de intereses para manifestar.
CESION DE DERECHOS DE PUBLICACION
Yo, Dr. Agustín García Banderas, autor del artículo “Platón y su República Ideal”, declaro que este artículo no ha sido publicado en ningún otro texto impreso o digital y transfiero los derechos de su publicación a la revista RED BIOETICA UNESCO.
Quito, 9 de julio de 2015